SIENTO TU MANO




Siento tu mano amiga mía
tu mano que llega de otra galaxia
que compone mi silencio, que me rearma el secreto
que conoce mi soledad y la sopesa en su pecho.

Que perfecta es esa ayuda mi amiga
cuanto dejas al dejarme tan armado y doliente
ya no me escuchas pero tu voz es constante
solo recibo buenas noticias desde tu poste restante.

Estuvimos casados y más tarde solteros,
la vida nos condujo en su sulky estropeado
me hablas como me hablabas, con todo el sentimiento
con tu maternidad enorme que hizo que nada faltara.

Como sigue esta historia que no está terminada,
me pregunto cada vez que llegas de madrugada,
seria, silenciosa, cargada de novedades, con tu pelo intacto.
y me cubres con tu niebla, con tus velos, con tu murmullo abstracto.

Cuando habré merecido una atención tan estupenda,
tu mano que me arropa, tu aliento que me serena,
que habré hecho para que esto sea la gran respuesta
no puedo recordar los términos de toda nuestra apuesta.

No te vayas del todo, contra mi vida te lo pido.
tus visitas me rescatan de millones de olvidos.
La puerta de mi casa permanecerá siempre abierta,
tu presencia es presente, es una presencia cierta.

Seguirás trayéndome el día, para siempre, compañera.
La Caja de Pandora de la Muerte es una suma eterna.



JH 16/5/ 2012







MUERTE ALLÁ VA TU VIDA




Abre sus alas la vida y carretea un tramo antes de despegar
como un cóndor empachado de carroña
un picaflor harto del néctar de calas majestuosas
un avión Hércules de guerra, llena la panza
de metales pesados, bombas, ametralladoras.
(gigantesca libélula hastiada sobre laguna de blancos lotos)
Cuesta volar con tanto peso, ser más liviana que el aire,
transformarse en espíritu en el instante de la despedida,
dejar atrás el oxígeno, la carga dinámica de la existencia,
el aparato de la fertilidad, el sexo fecundo, la piel del amor.
Perder la materialidad dejar lo sólido, la tierra,
catapulta que envía lo más preciado a esa altura inexplorada,
que inventa una nave inmaterial una virtual embarcación
un cometa invisible con su destino espacial.
Millones de años luz esperan al nuevo pasajero,
un crédito al espacio, al tiempo, a la naturaleza,
un violín cantando sin parar, una chacona virtual
que excede a todo y al globo ínfimo que es el planeta Tierra
que llena una galaxia y otra y crea universos y gira
(porque es una curva la madre de todo movimiento)
y da la vuelta completa, a noches frías y amaneceres tibios
que imaginamos con nuestra inmensa obsesión de analfabetos
en el glosario de aquellas maravillas aprendidas del arte, del sol.
y que en nuestra cerebro hormiga tiene un nombre: eternidad.





JH . 24/5/ 2012

MALVONES Y ROSAS


A fin de año volvió la pajarita de la mañana del malvón
Traía como siempre algunos pastos y un gorjeo amoroso
Repetirá sin dudarlo el pequeño nido del verano
Armará una cuna de tierra en la maceta de nuestro balcón.
Esa pequeña fundamentalista de la reproducción.

Mi compañera y yo la veíamos venir todos los años
Y nos asombraba su falta de miedo y su decisión
Ella y su compañero se repartían el trabajo y las crías
Sin temer a nuestra gata ni a la lluvia ni a los posibles daños.
La pareja de palomitas se instalaba en el balcón cada verano.

Los cuatro no sospechábamos que ya no habría otra
Que este sería el último nido bajo la rosa china
Mi compañera de la vida ya estaba muy enferma
Y nuestra atención ya se iba centrando en muy distintas cosas.
El tibio balcón este verano dejó de darnos rosas.

Así llegó este tiempo y aun antes de sentir las consecuencias,
Nos tuvo muy ocupados en la gran despedida,
Al principio no interpretamos el mensaje,
Creímos que nos despedíamos de las nacientes crías
Y en verdad nos despedíamos, Rosa, de tu vida.


En los duros días de fin de febrero de 2012

C A R I L Ó



Cariló.
Voz sin duda indígena.
Tal vez querrá significar “el bosque se hace mar”
Ahí la llovizna nos regaló un crepúsculo.
Marchamos por la orilla de espuma de nieve
subimos al bosque a través del medano
y nos sentamos entre pinos y eucaliptos
sobre un tronco en la arena.


Se asomó la vizcacha
se ajustó el ambo color antracita
y se dispuso a bendecir la ceremonia.
Con virutas de suave madera
y unos copos de una nieve recién cosechada
celebramos la boda con la naturaleza.
Las agujas de los pinos tejían el ajuar.


Eras puntual como siempre.
Nosotros bailábamos un baile en el ocaso
con la mirada, con la piel, un silencioso malambo.
vos soplabas el trombón de un viento levemente salado.
Una despedida antigua como el mundo
nos iba envolviendo, una paz desconocida,
y una sirena canturreaba su amor irresistible.



Buenos Aires, 28 de abril de 2012 - JH