Son grandes y hermosas las mariposas
de Catamarca. De colores opacos.
A veces parecen pequeños murciélagos.
Pero son mariposas. El caleidoscopio
de sus alas lo confirma.
Vuelan inofensivas y persiguen la luz.
Vuelan como mariposas, apaludiendo el aire
Con alas enguantadas de terciopelo.
Una de ellas pasó la noche en mi cuarto.
Los catamarqueños las matan
porque son grandes y les tienen miedo.
Son oscuras como la mala conciencia
de los que nunca labraron
esas hermosas y fértiles tierras
catamarqueñas.
Jorgos el labrador – El Rodeo – 21- I -2010
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