S Ó C R A T E S

Sin humildad, sin modestia, sin hipocresía
preguntaste por ti a los padres de Grecia,
que no creían tu capacidad, burlaron tu reputación
ninguno quiso dar fe de tu sabiduría.

A los políticos, a los poetas, hasta a las hetaíras
investigaste para saber lo que de ti pensaba Atenas.
No te dieron satisfacción, apenas te pagaban,
te humillaron ofreciéndote secretarías.

Terco educaste a sus hijos y a sus hijas.

El personaje que actuabas, el defensor a ultranza
de un pensamiento libre jamás falsificado,
solo te trajo soledad, desdén y desencanto,
los filósofos malpesaron tu saber en sus balanzas.

Sin dientes ya, sorbías las glangas y sopas de Xantippa
mientras el Ágora te animaba a compartir la mentira,
Aristófanes te elevaba colgándote del cielorraso,
Platón y la plebe te descolgaban entre risas.

Al final te cansaste y ya no seguias el juego.

Sabías que tu hogar no estaba entre los bárbaros.
Inclinaste la cabeza mordiendo tu helenismo.
Murmurando te vimos brindar por otro mundo
mientras las lágrimas de Grecia llenaban tu cántaro.



JH. 27/XII/20l0

Los cuatro

Miro a mis cuatro nietos. Son pequeños.
Tarde pero seguro son mis caramelos.
Caminan por el mundo, patinan corren,
No saben quien lloró mucho antes que ellos.

Nacieron son mis últimos amores,
En la epopeya final de este mi viaje,
Ya no compartirán mi vino ni mi llanto,
Solo seré una foto de blancos y colores.

Se acordarán de aquel abuelo desastroso
Ese viejo perdido en la distancia,
Una figura de cartón mal terminada
Que aparecía por la calle, siempre solo.

La sonrisa de Malena iluminará para siempre,
Federico será intenso de por vida.
jugará balonpié Julián con el planeta,
y a Emilia la esperan femenina y conciente.

Cuando me vaya llorarán al último abuelo,
Al que nunca habrán llamado por su nombre,
En el mundo virtual que será el de ellos,
Cada vez menos cosas se parecerán a un cielo.

Ellos son lo más largo que se extiende mi brazo,
al olor de sus pelos y al mazapán de su piel,
Nunca sabremos que habríamos hecho
Si el espacio del encuentro no hubiera sido tan cruel.

7/XII/2010

MI BOLIVIA

----- Original Message -----
From: Jorge Hacker
To: rhohenstein@cotas.com.bo
Cc: Edgar Gonzalez ; Ejti Stih ; JuliaGmail
Sent: Friday, November 19, 2010 11:32 AM
Subject: Re: Hola


Queridos Hohenstein: He recibido la misiva de este 19 de noviembre que me hace desconfiar de todo tiempo lineal por la manera implacable de su pasar. Voy a tratar de adelantarte algo sobre Mi Santa Cruz, mis calles, mi plaza, mis anillos, mis amigos que algunos sguen siendo imprescindibles. Te envío mi blog como firma, en él hay algunas poesías inspiradas por Santa Cruz. Hasta pronto.

Comencé a frecuentar Bolivia en la década del 60, y mi primera actividad allí fué un seminario en la Universidad de San Andrés, en La Paz. Hablé de teatro independiente, de la formación del actor (de teatro, de cine de TV) y comencé mi romance con la música andina y los mercados y el lenguaje entrecortado y melodioso de las etnias bolivianas, con los rincones del Titicaca y los poetas y actores del altiplano.
En el orígen de mi amor con Bolivia está también el grupo panboliviano de los Runa del titiritero Edgar Gonzalez y su amistad.
En pocos años, mi relación se fué extendiendo a los pueblos cambas, y gracias a los Festivales de teatro a los que tuve el gusto de asistir,
y de la mano de Marcelo Arauz, pude hacer míos los anillos y las gentes de Santa Cruz de la Sierra, la de las mujeres hermosas, la de los gustos cambiantes, una ciudad muy femenina, algo vanidosa, pero hospitalaria y receptiva. Siempre consideré a Santa Cruz como un pago
al que de algún modo había quedado con un vínculo muy fuerte de conocimiento y reconocimiento.
Habré estado en Santa Cruz unos 15 abriles, y siempre que aparece la fecha de sus encuentros me viene un escozor bajo las alas y como una grulla migrante comienzo a mirar el cielo para ver si el instinto no me hace ir una vez más a las casas de mis amigos, a la Otero Reiche, al Centro Iberoamericano, a Casateatro, a Chaplin Show, a las veladas de teatro y amistad por siempre inolvidables.
Para mi cada esquina de Bolivia tiene un nombre, y las de Santa Cruz dos.
De La Paz partía siempre con el cariño de la gran poeta boliviana Silvia Mercedes Avila, a Santa Cruz llegaba al taller amigo de esa artista plástica y escenógrafa excepcional que es la tan nacionalizada Ejti Stih. René Hohenstein me recibió siempre con excelencia y Marcelo Arauz me hospedó y me consintió. Sé que el tiempo se ha llevado esos momentos, pero siempre vuelven a aparecer con una luz renovada.
Participé en la vida teatral de SantaCruz, acompañé algunos proyectos y puestas en escena y nunca dejé de soñar con volver para devolver así sea en parte, las mil gentilezas y generosidades de las que fuí objeto en mi Santa Cruz de muchos años. Reconocía la llegada a Viru Viru por los sonidos que se habían hecho familiares y que anticipaban jornadas de intercambio afectuoso y total.
Esa relación con una ciudad y una cultura no pueden resumirse en 20 piedritas. La relación de un hombre con una ciudad es más grande que la suma de sus encuentros. El deseo de integrar a la memoria los momentos esenciales, sencillos y profundos, forman parte del tesoro personal, son marcas de identidad que como una gubia afilada va adentrándose en el terreno de lo imborrable.
Un violinista sobre los tejados te seguiré sobrevolando Santa Cruz, cuidando que no te me pierdas.
Con todo cariño.

UNA PESADILLA

por Mempo Giardinelli

De regreso de Frankfurt, en el vuelo, una pesadilla me dejó un horrible sabor de boca. Y si ahora debo compartirla con los lectores es porque ayer mismo la realidad me hizo pensar que podía suceder. Imagínense: ¿Qué sería de este país si por azares del destino el Sr. Julio Cleto Cobos deviniera presidente de la República?

No tiene sentido conjeturar razones para semejante advenimiento, siendo que toda especulación sería ofensiva e inoportuna. Porque tenemos una Presidenta en ejercicio, que conduce esta nación con todos los atributos de la Constitución y la democracia. Y gusten más o gusten menos su estilo y sus decisiones, su figura es incuestionable.
Sin embargo, en mi sueño, y no sé por qué extraña razón (esos enigmas son “naturales” en el mundo onírico), de pronto asumía la primera magistratura el Sr. Cobos, ruidosamente celebrado por no pocos cretinos, resentidos o confundidos, y por muchas almas inocentes pero con poco cerebro, de esas que en la Argentina siempre se quejan a destiempo, no saben de qué se quejan o se encolumnan detrás de oportunos quejosos profesionales.
Tras mucho dudar acerca de la conveniencia de escribir o no este texto de ciencia ficción política, aquí les cuento el escenario que vislumbré a diez mil metros de altura.
El actual vicepresidente asumía el cargo aplaudido por la horda de odiadores que pulula hoy en los medios hegemónicos. Sólo unos pocos desubicados recordábamos, inútilmente, que el hombre llegaba como producto del más grave error político del Sr. Néstor Kirchner, pero eso ya no tenía importancia. Lo que sí la tenía era que en el sueño el Sr. Cobos se rodeaba de los más competentes, lúcidos, éticos y patrióticos políticos de este país.
Su ministro del Interior era el señor Eduardo Duhalde y en Economía hacían cola para ser designados los señores López Murphy, Broda, Redrado e incluso el siempre disponible Sr. Domingo Cavallo. Todos ellos decididos a cancelar rápidamente y por decreto el 82 por ciento móvil. También, y con la misma velocidad, se restablecían las AFJP, se anulaban completa y absolutamente la ley de medios y la de Matrimonio Igualitario, y por supuesto se eliminaban todas las retenciones agropecuarias.
El crecimiento económico autónomo que la Argentina viene teniendo era detenido abruptamente gracias al asesoramiento del FMI, benemérita institución que nuevamente se constituía en monitora de nuestro destino. Concomitantemente se amputaba la inversión educativa, se reducían los salarios en un 13 por ciento y los maestros volvían a cobrar 300 pesos mensuales.
Obviamente se iba al demonio la política de Defensa que ha democratizado a las Fuerzas Armadas, y eso por decisión del nuevo ministro, no recuerdo si el inagotable Sr. Jaunarena o Rosendo Fraga. Lo seguro es que se terminaban las políticas de derechos humanos, y las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo comenzaban a ser vituperadas nuevamente, algunas perseguidas o encarceladas. La ex ESMA era puesta en manos de la señora Cecilia Pando y sus amigos, que preparaban la “restauración a sus mandos naturales”. Y como el Ministerio de Justicia quedaba a cargo de un jurista radical, se disponía la rápida suspensión de todos los juicios por la Verdad, y se amnistiaba a los dictadores Videla, Bussi y Menéndez por razones humanitarias.
La Memoria pasaba a ser una mala palabra, porque todos estaban “hartos” de ella, siguiendo los nuevos postulados del señor Lanata y otros ilustres comunicadores.
El gabinete del Sr. Cobos se completaba con gente inmediatamente aprobada por los diarios La Nación y Clarín, y ocupaban sus puestos la Sra. Beatriz Sarlo en la Secretaría de Cultura de la Nación y Abel Posse en Educación o en Relaciones Exteriores (eso faltaba definirlo porque también eran candidatas a esos puestos las señoras Elisa Carrió y Patricia Bullrich). El voto definidor lo iba a tener el cardenal Bergoglio.
El Ministerio de Agricultura era disputado por los señores Biolcatti, Llambías, Buzzi y el refinado dirigente entrerriano señor De Angelis. En otros puestos Cobos designaba a gente de ética acrisolada como los señores Duhalde, Macri y De Narváez, todos asesorados por el Sr. Luis Barrionuevo. Y el Canal 7 acababa su prédica disolvente con el arribo de Nelson Castro a la dirección, secundado en el directorio por inobjetales demócratas como Mariano Grondona, Mirtha Legrand, Susana Giménez, Eduardo Van der Koy y Joaquín Morales Solá.
Claro que de inmediato en alguna plaza se manifestaban los señores D’Elía, Pérsico y Hebe de Bonafini, pero los piquetes que organizaban eran brutalmente reprimidos, mientras dirigentes sociales como Pino Solanas o Víctor de Gennaro balbuceaban tardías autocríticas. En cuanto a la izquierda y el troskismo, inexorablemente se subdividían en ortodoxos y traidores.
¿Exagero? Ojalá. ¿Que este texto es apocaliptico? Sí, pero tanto como la realidad argentina sabe y puede serlo.
Desperté horrorizado. No soy amigo de la Presidenta, pero si la veo le voy a rogar que viaje menos. Que se cuide más. Que vele por su salud. Y que prevea formas de preservación del rumbo que hoy tiene la Argentina. Porque sin dejar de reconocer las muchas desprolijidades y acciones reprochables de su gobierno –que tanto me fastidia a veces y al que a muchos como yo nos resulta tan difícil defender– hay un rumbo diferente en estos años, una esperanza que esta maldita pesadilla vino a empañar. Porque si acaso la República pasara a ser gobernada por un muerto político como el vicepresidente, de flaca dignidad y viscosa ideología, a mí me corre un frío por la espalda de sólo imaginarlo.

VIAJAR EN LOS BARCOS

Los barcos ya no funcionan como transportes, últimamente hacen de vacaciones flotantes son destinos en sí, cuando antes conducían a destinos determinados.
En mi juventud, en mi infancia, el océano se cruzaba navegando, cruzar el atlántico tomaba dos semanas en esos buques enormes que se llamaban precisamente transatlánticos.
El mar era entonces lo que hoy es el cielo, recostado en la cubierta del buque se miraba el horizonte por encima de las olas del mar, como hoy se atisba el cielo por encima de las nubes desde el ojo de buey del avión. Como no extrañar ese universo oceánico tan abierto y ancho, el viento y el olor del mar y las gaviotas que volaban sobre nuestras cabezas. Y la fantasía del destino misterioso y los puertos intermedios que atraían con sus pintorescos exotismos.
Tres veces me tocó hacer el trayecto de Génova a Buenos Aires y de Buenos Aires a Hamburgo, también crucé el Mediterráneo de Marsella a Túnez.
Extraño esos viajes, no eran turísticos, era el modo de llegar a destinos prefijados. Hoy el turista es el barco, él recorre lo que antes recorríamos nosotros.

100 VECES VIENA BUENOS AIRES

Cien veces me he librado de la muerte. Yo,
Schorschi, ese chico pálido de la calle Werdertor.

Nací de un parto complejo el año 31, en los días
en que aquel bigote cuadrado fundó el partido nazi
la tos convulsa hacía furor entre los niños
mientras se disparaban los brazos en las cervecerías.

El azul Danubio se tiñó de gris antisemita.
Motociclistas pardos lucían camisas nuevas,
incontables botas negras de punteras de acero
pisoteaban médicos ancianos y se torcían de risa.

Con dientes de leche fui a cruzar los mares,
violines gitanos me hacían dormir agitado,
la emigración me enseñó a masturbarme
y a mentir, y a soportar un sinfín de soledades.

Hasta los barcos llegaban los gases asesinos,
las gaviotas picoteaban el pan en la estela de popa,
se les llenaban los buches de reflejos dorados,
se iba el 38, mis gitanos ya lustraban violines argentinos.

Derroté la escuela primaria en Stalingrado
la sangre de Von Paulus la bebí con deleite,
liberé Paris una tarde en Plaza Francia,
mientras me hacía hombrecito en un caserón de Belgrano.

Entré a la secundaria llevando a Perón de la mano
Un diecisiete de octubre nublado en Martín García,
Ese año de bonanza nos eximimos con cuatro,
De las huelgas al rugby trotamos unos pocos pasos.

De la adolescencia salí los huesos destrozados
seduje a la violencia, llegué a ser su amante,
en esos años cualquier consigna era una melodía
para mi, un imberbe que aun no sabía atarse los zapatos.


Un día en Paris con la Piaf a mi lado,
escuché a Thelonius, que fornicaba el piano,
llenamos el Olympia y la Alhambra dos veces,
eramos les créoles de Pigall, los árabes de Cartago.


En el Sahara supe la muerte de mi padre,
yo almorzaba en la tienda de un berebere de Fez
con mi hijo de la mano volví a Buenos Aires
mientras Lydia en Montmartre abortaba mi sangre.

En el cincuenta y cinco por fin me encerraron,
disfrazado de argentino me liberé de mi madre,
fragmentos de la historia me invadieron el cuerpo.
En la Diecisiete de Las Heras amanecí temblando.

Tintinean las fichas de nácar en el paño,
hoy me toca apostar todo el mar más mi vida,
lustros que se juegan en decenas de espejos,
y el Chivas Regal gotea sobre mis zapatos blancos.

Otro día conquisté Bolivia, patria sustituta,
con Silvia cruzamos el Titicaca remando la poesía,
en Potosí, en Cochabamba, con sorojchi y nostalgia
y del Alto a La Paz bajabamos volando en las curvas.

Hoy con casi ochenta, siempre con el viejo deseo,
junto el coraje final con la memoria emotiva,
Improviso mi vida, saco de mi galera de viajes
Los naipes que mezclé y el adiós y el silencio.


JH. Buenos Aires – 29 de octubre de 2010

ROSALBA UNA MODELO ITALIANA

From: edgar gonzalez
To: Jorge Hacker
Sent: Wednesday, October 20, 2010 4:46 PM
Subject: Rv: ROSALBA LA MIA MODELO ITALIANA Edgar


Caro Jorge
Estoy preparando una serie de retratos para una muestra en Madrid.
Es dura la cosa
Sobre todo si no se tiene un maestro cerca que te guie.
Pero le meto 5 horas por dia y me entusiama este trabajo
Las modelos son claves
Espero tus criticas
El Baby ...que pinta...





De: Jorge Hacker
Asunto: Re: ROSALBA LA MIA MODELO ITALIANA Edgar
Para: edgar gonzalez
Fecha: miércoles, 20 de octubre de 2010, 19:53


Todo depende del objetivo Baby. De lo que se proponga. Y lo que le interese que sintamos al verlo, si estamos programados para identificarnos o para aceptar ideas o emociones. Para criticar o para disfrutar. Horror o compasión. Elija.
JH.



From: edgar gonzalez
To: Jorge Hacker
Sent: Thursday, October 21, 2010 8:34 AM
Subject: Re: ROSALBA LA MIA MODELO ITALIANA Edgar


Le pedi una opinion y usted me manda un cuestionario.
Diga lo que le parece a calzon quitado
un abrazo
El Baby



From: Jorge Hacker
To: edgar gonzalez
Sent: Thursday, October 21, 2010 9:10 AM
Subject: Re: ROSALBA LA MIA MODELO ITALIANA Edgar


Vamos Babi, usted me conoce, no soy crítico de arte, ni lo quiero ser sino ya lo hubiera sido. Condiciones hubiera tenido. Creo.
Acabo de ver un film francés excelente que se llama " UNE AFFAIRE D'AMOUR" de un director que desconocía STEPHANE BRIZÉ,
y dos actores SANDRINE KIBERLAIN y VINCENT LINDON. Nunca los oí nombrar. es un film de amor. Muy francés y muy inteligente. Y muy bello a mi gusto. Ella es una mujer nada hermosa y más bien chata y varonil. Al verla me di cuenta que era una eapecie de fotocopia de la Jeanne de Modigliani, su modelo y mujer. La del cuello de cisne hermoso que el nos legó con su genio. La verdadera Jeanne era mas bien feucha y aparentemente insignificante, una obrera sufrida.
Modi la hizo hermosa y algo bizca, con los ojos negrísimos, la piel de tiza y el cuello suspendido de la cabeza. Inconfundible estilo el de Modi.
No es a ella a la que embelleció sino a la pintura. Modigliani la embelleció dandole a su modo de pintar un estilo que buscaba la belleza.
Sabemos que el ideal de belleza del hombre es el cuerpo de la mujer. Ella refkleja la belleza del mundo, ergo su fealdad. Ejti, que es una de mis pintoras preferidas hace feas a las mujeres, pero tienen algo sexualmente atractivo. En su sexo nos muestran la fealdad de su mundo.
Usted que ha sabido gozar del sexo, ponga eso. Lo que el sexo le dejó. Es lo que le falta a la imágen que me envió. La belleza del placer.
Abrazo

E X I T

Silueta del que sale por la puerta
y vuelve la mirada a lo que dejó atrás.
A ese espacio sin él, cargado con su ausencia,
lleno aun de su presente que fue un espejo fugaz.

En el atardecer, el adiós de una nube
Una lágrima huye, sin prisa y sin dolor,
Es un viaje indeleble, una partida tramposa
Que abandona un cuerpo que niega su continuación.

Se va el color, cambia por blanco y negro,
Una textura apenas, una abstracta ilusión,
La impresión de un cuerpo, un peso sin remedio,
negra sangre que aun fluye, pero sin contención.

Queda algo muy sutil, un tubo mal colgado,
que emite un tono gris, una oscura señal,
ni música ni voces, suena solo el silencio,
una escena de crimen en el piso de un bar.

Eso ha devenido el que allí respiraba,
un diseño impreciso de lo que fuera un yo,
un frío gusto a menta lejano en la garganta
el nombre de una vida que ahora se borró.

JH – 23/10/2010

LOS CUMPAS

A veces aparecen, fuimos a Ezeiza juntos,
tienen el pelo blanco, son peronismo rancio.

Fuimos a Ezeiza juntos
en en el setentaytres por la mañana,
emponchados para pasar la noche
con un termo el poronguito y la frazada.

De zapatilla, doble media y pensamientos,
materialismo dialéctico, algunas convicciones,
un ejército de hormigas argentinas
con sentimientos y colmillos como leones.

Amigos para siempre seremos, los que
equivocamos lo mismo al mismo tiempo,
una mañana de sol es un contrato fuerte,
aunque a la noche lloremos en otro hombro.

Son la historia, acaso la historieta,
Los reventados de assis, impresentables.
Se han perdido las consignas en el tiempo,
quedan vinos, sonrisas y miradas.

Hoy buscamos, eternos primerizos, eso que
no se encuentra porque no tiene sustancia,
los ideales de la vieja militancia, del todo
o a medias, como una risa o un llanto ejecutada.

Nos visitamos por nuevísimas razones,
con bufanda y gorro y bota leñadora.
Ya no más en la Ricchieri ni con el sol de fiesta,
pero la boca aun busca la mejilla confiada.

Los cumpas nunca mueren, pero si lo hacen
lo hacen en puntas de pié y nadie desespera,
dejan de aparecer y te quedás pensando
a qué le estarán entregando su vida entera.

JH. 19/10/10 – Bs. As.

JODA DE LOS MINEROS DE ATACAMA

Pido perdón al gran maestro poeta enseñador de caminos,
por usar con delictiva liviandad su geografía,
la tierra a ratos tiembla buscando su profundo origen
y olvida dar nombre a las especies hundidas.

Ayer mismo una bíblia pachamama,
mordió el cordón umbilical
que unía la superficie con su ovario profundo.
Rompió la armonía del parto asesino.

Ejército de hormigas programadas, los mineros
Nunca negaron la violencia de su oficio,
cavaron un socavón excesivo.
La plusvalía cotidiana logró el resto.

La noticia corrió como un premio nobel certero,
un record guiness de una tragedia absurda,
perdida entre pliegues de codicia
condena de un mito milenario.

Ahí los mineros perdidos dantescamente abajo,
como dioses que aceptan libres las ofrendas,
contaron mis lágrimas nocturnas como el oro de Pizarro,
la inquisición se habría quedado vacía de palabras.

Protagonista la cápsula del espacio inverso.
Millonaria imagen que invade las camas del mundo
Hombres que nacen, la burguesía que mide las ganancias,
los ratings siderales que sudan las pantallas.

La guerra del fuego trata de proteger la llama incipiente,
los ancianos y sus voces melifluas y sabihondas,
alguna lágrima se me extravía como un milagro de jueves.
Una música de ritmos de tambor suena como una cancha.

La política y el oro son los minerales que suben.
Los evangelios y el futbol bajan a buscarlos.
En ese Klondike de esclavos modernos fetichistas,
una hirviente cueva oscura, anuncia feliz sus dividendos.


Oda al minero
al valiente de Oruro
hermanos Siglo Veinte y Copiapó
ultrasonidos
de alas mestizas subterráneas
sonrisa y metralleta bajo el catre.


Minero, cantarte es poco.
habiendo tanta imagen disponible
tanto campamento
tanto interior de mina religioso
tanto tío que fuma,
tanto ekkeko.
Son varoniles la profundidad y el viento
y en esa geografía mas que vertical,
como quien no quiere la cosa,
se fecunda la panza del planeta.

Eyaculados a la superficie,
los mineros enseñan
sus abrazos,
a la luz de un sol
ultravioleta
de amarilla, dudosa esperanza.

Jorge Hacker – 15 de octubre de 2010

NADA EN COMUN

Nada en común
no la caligrafía
no la ortoficción
no la pornografía
nada en común
no la piel ni la saliva
no la miel ni la hora fría
ni el estornudo
ni la cruz.

Nada en común
no el desayuno no el agua nocturna
ni el saludo ni el llanto
no el porfavor ni el pordios
ni siquiera el pensamiento
y jamás la ideología.

No ha sido una elección
porque no se elige nunca
Bueno sería
elegir una vida
inevitable
Es apenas correr a su lado
no sé el perro que ladra
y que muerde la rueda
del carro a la muerte
que me eligiría.

No se elige la vida
ni la analogía
no se elige el secreto
que cae de arriba
No puede evitarse
la mirada del olimpo
que te horada el oído
que se inyecta en tus ojos
que es para ti solamente.
Ni mía ni de nadie
es la pared de tu orgasmo,
tu luna y tu suspiro
el color de tu beso.

Nada en común
ni una pizca te queda
pero no me imagino
el humor de la tarde
con la muerte en el pecho
sin tus ojos de sermadre
sin tus manos de seramante
que todo rechazan
todo parecido
preñado de amor.

Y una madrugada
con tu casa en silencio
se abrirá una ventana
y una golondrina
saldrá de tus ojos
hacia la calle desierta
llevándose el grito
de la noche pasada
el grito de la niña
la niña que no grita
la niña personaje
la que ha sido quebrada
y han pasado veinte años
La que ya no tendrá
nada en común contigo.




JH. Bs. As. 10 de Agosto 2010

COMO OKUSAI COMENCÉ A LOS 70

(Katushika Hokusai -Tokio -1760-1849)


Cuenta Okusai que a los 70 supo el aroma del café por la mañana
que se atrevió a dibujar la cresta de la ola bajo el Fujiyama.
La terrible rebeldía de las siete décadas lo penetró
y le cayó encima la clarividencia del siglo esa semana.

Pasados los 70 me pude enamorar al despedir el verano
retrocedió mi piel al mazapán que fue su juventud de durazno.
Tus senos de mujer aparecieron, reclamaron su lugar
cantaron su canción de gloria, me mojaron las manos.

Como Okusai allá en su lejano Japón se me aclaró la vista,
a los 70 aluciné que flotaba entre tus brazos por la vida,
que las imágenes me entraban por todos mis poros de suicida,
origami de flores de papel con nuevo tallo que nace, nueva espina.

A los 70 pude encausar las ideas por la senda que crece,
la revolución me tomó roja y brillante con el hierro entre los dientes.
Bastón en mano bajé a la barricada y defendí la bandera,
como el viejo samurai dejé los miedos para pelear al frente.

A los 70, como Okusai, pude por fin ocupar mi continente.


JH – Buenos Aires- 1 de abril de 2010

D E S P E D I D A

Llega al final de todo, se llama despedida.
Te toma de la izquierda a la derecha, de abajo hasta arriba.
Es la red del trapecista, el seguro de la caída fatal,
Más abajo el solo suelo es una lágrima con su pizca de sal.

Cada vez que aparece tiene nombre y nuevo apellido
Absurdo paso que choca una pared que no conoce el olvido.
Tango y nostalgia sin época ni edades
Nota final del fuelle, candado que cierra la salida y la calle.

Ronco grito del íntimo saludo que borra tu sonrisa,
a veces ayuda la muerte, las más, continúa la vida,
Afuera llueve, es solo un símbolo, no le hagas caso,
esa ausencia en la piel es una quemadura que no cicatriza.

Hoy la despedida es una gota gris con sabor a fracaso.


JH – martes 13 de abril de 2010

MUJER DESCONOCIDA

Es inútil fingir, la que abre la puerta es pura esperanza.
La infancia se perdió en el perfil de su comisura.
La intimidad alargó el paso y viajó muy lejos,
la hija es otra cosa con breteles y tangas.

Yo había sido una suerte de sol, sin órbita, en el centro.
Ella giraba en la esfera celeste, la distancia conciente.
El tiempo hizo su deconstrucción sin pausa ni prisa
ahora ella abre la puerta y ya no aparece aquella.

Quiero gritarle: Hija! pero no me sale gran cosa.
Es más fuerte el recuerdo que los genes de acero.
Tiene manos de familia, tiene los dientes del alma
Abraza su hombre al dormir, le da el sueño en palabras.

No se trata de celos, sí de memoria emotiva,
Ladra el perro lejano de la paternidad misteriosa.
las vergüenzas cubren piadosas las caricias,
es una “mujer”, así…, con domicilio y comillas.

Es un juego complejo ser padre,
El tiempo suele ganar la partida.


JH – (ol' pop) 4 / 4 / 2010
El cartel decía: "LA VIDA ES LO QUE TE PASA MIENTRAS HACÉS PLANES PARA OTRA COSA." Lo colgaste justo a nivel de los ojos, donde sabías que atraería la atención de los clientes y distraería sus mentes, invitándoles a darle vueltas a la frase y reemplazar durante un segundo, cualquier pensamiento sobre comida o hambre con un nuevo pensamiento que les llevara a cuestionarse su vida y a olvidarse de las pequeñeces, el mercado de valores o su pareja o el fracaso de su matrimonio o sus notas de historia o incluso el Apocalipsis. Y en ese momento fugaz, una luz misteriosa explota a través de sus cuerpos mandando señales a una remota parte de ellos mismos, de manera que, de repente, recuerdan haber nacido y son concientes de que van a morir...
de Sam Shepard: " El gran sueño del paraíso."
T O R R E


Allá estás al final de la parisina llanura.
Jirafa de metal que come hojas del cielo
que rompe un siglo de afiches y ventanas,
recuerdo sin sombra, símbolo estructura.

Dos años de mi vida perforaste
como una absurda máquina de dibujar fantasías,
En las cartas de los comederos sobre los puentes
Y a la salida del metro me esperaste.

Signo de fidelidad en un país de infieles,
Máquina de olvidar a fuerza de presencia
Inmóviles tus rombos se grababan
En las sábanas de hilo de pequeños hoteles.

Sin esfuerzo aparecés en la pantalla
Árbol de Navidad, candelabro, torre de mezquita,
Cuando me acerco te esfumás de imponente
Como la más moderna de las antiguallas.


JH 26 de marzo de 2010

P o s t i z o s

Poesía y provocación. Todo va en technicolor.
Flores artificiales a la luz de una vela
para una amplia clientela, aburrido comprador.
Que hace colas en el hall para ser espectador
del terciopelo plástico, de lágrimas de mentol.

Vean como se aplaude y se discute el sentido
como vibra el interés por debajo del vestido.
La sonrisa comprensiva, el guiño con el actor,
allí se completa la noche, allí goza el comprador.
Luego cerrará los ojos y dirá “buena inversión”.

Postizos de la cultura, poesía y provocación,
disfrazadas de teatro, cultura y revolución.
Consumo de clase media, placeres de la reacción,
para eso trabajamos, con ahinco y con fruición.
Por esto seré condenado, sin aplauso y sin perdón.

JH BA 19-3-2010

PASIÓN POR SEAN CONNERY

de una admiradora


Sos el actor más mejicano de Inglaterra
el de la “s” irlandesa trabada entre los dientes
descendías tu mirada desde las alturas,
fuiste sin dudas el galán del siglo veinte.

Adorábamos tus lujos de James Bond
los desnudos que no hiciste, los besos de cartón,
el tremendo temblor de tus pestañas
y tu romance con Elliot Ness que amó tus mañas.

Con justicia le hundiste a Capone los dientes
y al Rey Arturo le hiciste sentir tardíos amores
no te mueras nunca que sin tus tiradores
la pantalla cuelga vacía para siempre.



JH Bs.As. 4 de marzo de 2010

FECHA DE VENCIMIENTO

El envase que contiene nuestra vida
tiene elaboración y vencimiento
fechas objetos de interrogatorio
que se proyectan a partir del nacimiento.

La tragedia trata con cierta precisión
destino y condición del rito funeral
datos que no se abrevian ni se estiran
que siempre forman parte de un orden natural.

La ricota vencida al tacho de los desperdicios
la leche al inodoro la fruta al basural
la poesía vencida va a la librería
donde la adquiere el perdedor de tiempo habitual.

Hay cosas que no traen escrito el vencimiento
los sentimientos los dientes la brillante mirada
la ausencia de los besos la fuga del cariño
el odio por la humillación soportada
por la lealtad prometida y traicionada.

La muerte siempre tiene un as bajo la manga
es una fecha en el puño de la camisa blanca
también los instrumentos con que arranca la verdad
y los guantes de cabritilla para usar la picana.

Así cualquiera confiesa su día de vencimiento
su año de decadencia y su infierno en la vida
nadie se juega de punta a punta en su existencia
ni el que ve llegar su turno, ni el suicida.



JH 28-2-2010

VICTOR JARA EN BUENOS AIRES



Jorge Hacker para La Marea. 2009


Es difícil recordar en detalle esos complejos años que van de 1970 a 1973. Al teatro le pasaron tantas cosas. Murió Jean Vilar que había estado con nosotros en Buenos Aires y en Córdoba, nos visitó Lee Strasberg y dio sus sesiones de entrenamiento actoral en el Casacuberta del San Martín. Salvador Allende desde la presidencia de Chile tenía en ascuas a los intelectuales latinoamericanos armando sus teorías sobre el camino al socialismo sin sangre, con un sentimiento y un idealismo que nos hacía salir lágrimas donde creíamos que debía haber salido el puño.
Así hasta el 11 de septiembre del 73 en que cayó muerto en La Moneda traicionado por su propio General.
Gobernaba Lanusse. Argentina esperaba desde el 55 el regreso de Perón. “Hechos de Máscara” la revista de la Asociación Argentina de Actores tituló su número de Febrero de 1971 “El país nos duele”.
Augusto Boal había estado preso en Brasil, y representaba “Arena conta Zumbí” por los países vecinos. Nos traía su “Teatro del Oprimido”, que representaba en todos los países limítrofes.
En ese contexto se realizó el Primer Encuentro de Directores de Teatro Latinoamericanos en Buenos Aires que culminaba con un homenaje al maestro uruguayo, ejemplo de muchos de nosotros: Atahuallpa del Cioppo. Atahuallpa venía de sus seminarios de la Universidad de Chile y llegaba de Valdivia acompañado por su alumno dilecto: Victor Jara.

En estos días Chile nos ha vuelto a evocar la figura entrañable de Victor, artista completo, conciencia plena, que dirigía teatro, escribía y cantaba sus canciones a una revolución de la gente y la tierra.
Lo han conmemorado con un sepelio de honor que partió del Estadio Nacional de Santiago, hoy ESTADIO VICTOR JARA, donde fue torturado y asesinado por los suboficiales de Pinochet, y su cuerpo arrojado a una fosa común. Dicen que hubo que destrozarle las manos para que soltara la guitarra.
Esos días de horror y muerte preanunciaron las dictaduras militares que en esa década se instalarían por toda América Latina.



Victor Jara cantaba

“Pongo en tus manos abiertas
Mi guitarra de cantor
La risa y el golpe
La esperanza y la protesta”



Te recuerdo Victor, tu pelo negro, tu cara fina y tus ojos intensos y asombrados que nos contagiaban entusiasmo y objetivos. Estuviste con nosotros, gente de teatro como vos, me regalaste tus discos, compartimos la mesa.

En ese verano Luis Diego Pedreira desde la Municipalidad de Buenos Aires, nos asignaba el predio que había sido la penitenciaría de Las Heras, aquella en la que Alfredo Palacios entre rejas había consagrado la frase a los guardias: “A ver esclavos, un vaso de agua para un hombre libre.” En ese terreno baldío debíamos construir un teatro de verano, algo que el escenógrafo Carlos Cytrinowsky diseñó y realizó magníficamente, para que estrenaramos “Madre Coraje” la inmortal obra de Brecht, con Alejandra Boero acompañada de buenos actores como Norma Bacaicoa y Adrian Ghio entre otros tantos.

Y Victor Jara llegó a Buenos Aires de la mano del maestro Atahuallpa del Cioppo para reunirse con los grandes luchadores del Teatro Latinoamericano: Carlos Carella, en ese año vicepresidente de la FIA (la Federación Internacional de Actores) que lo esperaba aquí junto a Augusto Boal para entregarle a Atahuallpa la distinción que lo consagraba como director de toda América Latina, Atahuallpa que venía a decirnos “que no sabía diferenciar teatro y vida, no solo la suya sino la vida general del hombre en su sentido histórico como en el sentido estético”. Sabíamos que él había descubierto para el teatro al joven talento que al frente de los Quilapayún cantaba a una unión de artistas de este Sur de América, a la filosofía revolucionaria, a la vida y a la muerte del Che que 3 años antes había dado la vida en Vallegrande, en el Oriente Boliviano.

“… San Ernesto de la Higuera
lo llaman los campesinos…
lucha o muerte su destino…”


Y a Camilo Torres

“Lo clavaron con balas a una cruz,
lo llamaron bandido como a Jesús”

Y toda su ternura para los desposeídos
En su famosa “A desalambrar”

“Yo pregunto si la tierra / es nuestra, suya o de aquél
de Pedro y María, de Juan y José…”

Me pregunto que nos diría Victor Jara si estuviera hoy con nosotros en esta nueva encrucijada de América Latina, ante la primera unión independiente de países antiimperialistas, desechando los pasados del hambre de inmediatez, pero con objetivos similares… ¿Entendería mejor las trampas que llevaron y amenazan con volver a llevar a Chile al callejón sin salida del neoliberalismo y la globalización? Que diría por ejemplo del formidable intento de Evo Morales con su Bolivia. De la esperanza siempre renovada de estas tierras.

Hace unos días, leyendo sobre el sepelio de honor para Victor y buscando estos recuerdos preciosos, le escribí un soneto al cantor poeta, al compañero hombre de teatro.


Soneto para Victor Jara

Desechar abstracciones tentadoras
Predicar la justicia frente a la miseria
Cantar proselitismos a cada madrugada
Dejar en todo umbral la buena nueva.

Viajar al sol naciente el puño en la palabra
Podar las notas con la cimitarra
Donar las horas del sueño para ensayar los pasos
Confiar en el amor que se vuelve esperanza.

Cruzar los Andes una vez por día
Neruda en la mochila y Violeta Parra
Y tu mensaje de cambio libertario.

Descender a lo largo de las viñas
Alzar el vaso en mesa de olvidados
Y volver a la batalla el yelmo bien lustrado.


Jorge Hacker
17 de Diciembre de 2009

NADA QUE VER

Nada con esta tierra, con esta escarapela,
con estos pastos estas vacas esta soja, este trigo
que respira necesidad, ese gorro esa bandera,
apenas si con esa cama en la que duermo intranquilo.

Pertenezco a los sonidos de la marsellesa,
al modo uruguayo de llamarse américa,
al 38 de los pases de erico a de la mata
al guardapolvo que tapa el pantaloncito de cuero.

Nada de eternos laureles ni de oíd mortales,
todo eso me lo soplaron en una tarde oceánica
nada soy con la europea tierra del pasado
que siempre me aplazó en escritos y orales.

Visito en tránsito todos los aeropuertos,
mi pila de pasaportes está repleta de visas
hace años que conozco las ventanillas de entrada
hay una morocha que siempre me sonríe en ezeiza.

Nada soy de aquella torre de los ingleses
ni de la jeta de roca en los billetes de cien
son cosas de una ciudad que nunca fue consultada,
de mis zapatos en su vereda ni de mi culo en su tren.

No me hace falta la llave de mi puerta de calle
nadie se olvida de abrirme. hay dosmil inquilinos
el llanto de los paliers me gotea en las plantas
y mis noches de locura suenan llenas de tiros.

Como una bola de tenis voy y vengo entre golpes
nada tengo que ver con el triunfo final
nunca me acuesto con los poderes del estado
lo mismo da el sello del voto que la fumigación mensual.

Todos pretenden que les pertenezca,
que los compre con la tele y con el celular.
Yo fiel a mi mismo soy el paria de siempre
un grito de angustia en el medio del mar.
Nada que ver con ese infame circo social.

JH – 13/2/010

VIEJO KLEMMT

Fue en el año sesenta en la Berlín de posguerra
no crean que por el tiempo que pasó lo olvidé.
Si fue ahí que empezó mi vida en el teatro
en casa del viejo Klemmt en en el barrio Hallensee.

Era un piso chorizo de cinco habitaciones
un cuarto piso por escaleras y sin ascensor.
Cuatro gatos negros vivían con el viejo
y a ellos les cocinaba hígado y riñón.

Klemmt era un flaco de cerca de noventa,
encaramado al inodoro parecía un vampiro.
Así defecaba con sus cuatro mininos
sentados en círculo en aquel baño frío.

Dormía en el fondo tapizado de alfombras,
dos gatos en su cráneo y dos sobre sus piés,
una alcoba victoriana con estatuillas de peltre
y una salamandra de leña contra la pared.

El viejo era un bastardo del duque Hohenzollern
amigo de la Bella Otero en el Casino de Niza,
yo hice contacto con Gene Kelly en un kabaret de travestis
y caminé una noche con él, en cuello de piel y camisa.

Aun era menor de treinta y pésqué una gonorrea
de una polaquita oriental que me la pasó conciente.
El milagro alemán que me albergó todo ese año
me hizo crecer con su sopa de arvejas caliente.

En la Opera del centro trabajé para Schönberg.
Conoci a los amigos que aun tengo en Berlín
y en la nieve de aquel invierno bendito,
una enfermera virgen me sorprendió feliz.

Año de Berlin, medio siglo ha pasado,
firme en mi memoria está mi habitación
con sus vidrios dobles y los cuatro gatos
y mi vida jóven que buscaba calor.


Bs As 9 de febrero de 2010

S K U L T O R E

El tiempo es un escultor que nunca se repite
su cincel come el mármol del cuerpo sin mirar atrás
a cada golpe echa un signo de pregunta
y cada pregunta significa un golpe más.

Con los restos de la lluvia va lavando
la arena del fondo que da luz a la forma
pirámides huecas y esfinges sonrientes
salen de su Nilo de cera y entran al desierto cantando

El escultor ya es viejo cuando nace,
A cada trueno se vuelve para ver quien lo sigue
y como el génesis que dios impuso a martillazos
defiende el material sin cuestionar lo que hace.

Como todo viejo quiere ganarse el pan de la caricia,
como una puta espera la paga y la costilla consuelo.
El precio es alto, es el peaje de la vida.
El escultor guía su material como un abuelo.

Hasta hacer de si mismo la piedra inspiradora,
Haciéndose cabeza, mano, cincel, martillo,
para llegar a atravesar lleno de cicatrices,
el duro cascarón de nuestra historia
la gruesa muralla del medieval castillo.


JH Buenos Aires 5 de febrero de 2010

HOY

OJO! HASTA HOY 1 DE FEBRERO DE 2010 HAY 40 ENTRADAS, NO ESTÁN POR ORDEN, NI POR FECHA NI POR ORDEN ALFABÉTICO, HAY QUE SEGUIRLAS NOMÁS.

SANTA CRUZ DE LA SIERRA

Los mismos nombres vuelven cada noche.
El cuarto lleno de oro no ha bastado.
"-¿Cambio, señor?-"
Los juegos digitales laten sobre los caballetes.
Alguien está fumando un humo extraño.

Quiero contar como yace el corazón entre las hojas
en Santa Cruz de la Sierra.
Ciudad sin Occidente, chata, carabela vegetal
que flota en el sudor de las palmeras.

Debajo del silencio la fiebre del dorado.
"Te pido Virgen que aparezca la veta salvadora."
"-¿Cambio, señor?-"
"Por esta SantaCruz te pido,por mi hija,por lo que más quieras." El cuarto lleno de oro no ha bastado.

Quiero contar como quedan anclados marineros
entre algas de montaña, selvas sin nombre, tránsitos sin calles,
sopor de iguana tropical,en la Bolivia de gangrena y quimera.

Vergüenza riega orquídeas detrás de los portones.

"-¿Cambio, señor?-"
La plaza se abre a las primeras comparsas del jueves.
Luces de pompas fúnebres sobre las paredes.
Un hilo de saliva separa a la reina de la banda asesina.

Yo gozaba la noche vacía con su aliento de ají,
de gotas en el aire, de cerveza en los dedos,
girando por la espiral de esa ciudad levantada
sobre alguna misión de jesuítas drogadictos.

Quiero contar como en Santa Cruz de la Sierra
que crece sin palabras día a día, terraplenes y anillos,
noche trás noche vuelven a desfilar los mismos nombres.

"-¿Cambio, señor?-"
Certeza también de revancha milenaria.
La pantalla del sábado se cubre de estrellas.

Ya ven, el cuarto lleno de oro no ha bastado.

JORGE HACKER

HUELGA DE HAMBRE

A Evo Morales

Amor a ciertas verdades sigue siendo amor
amor que se despoja sigue siendo amor
el espíritu sufre como tambien el porte
la huelga de hambre es un paso superior.

Cortar los hilos coloridos del chaquetón
arrancarse medallas, charreteras
mirarse los zapatos y las manos
bajar los decibeles de la voz.

Un perfil que tiene poco antecedente
jugar al riesgo en la cima de los Andes
un indio que como aquel pacifista de la India
le dobla el brazo al colonizador presente.

Cuestionar junto a él, poner en jaque al gusto
en estos días de prueba que solo aceptan la sed
el pan de cada día perderá la levadura
salir de Egipto mascando coca es lo justo.

Y mas allá de todo Bolivia lo merece.
Por más que el imperio amenace un holocausto.
Se acabaron los guetos, un espíritu nuevo se establece.
L a realidad nos da la convicción hacia una idea
pero solo poniendo el cuerpo la idea crece.


Jorge Hacker - Buenos Aires 11/3/2009

TRES SONETOS GRIEGOS

( 1 ) I F I G E N I A

Todos lo saben pero nadie comenta
el secreto que contamina los murmullos del verano.
Las gaviotas acabaron todas sus nidos
al mismo tiempo. Ifigenia ya puede morir.

Los griegos se desperezan allá abajo
en una playa que está seca de lujuria.
La arena transporta el monosílabo asesino.
El brujo leerá las entrañas de su hermana.

Ifigenia apoya la mano en el pecho del viejo
como una gaviota que intima con la hierba del médano.
El sol de Grecia empolla nuestra historia.

Incesto formidable parido en mil insomnios.
En el horror y en el coito late el mismo llanto.
Solo la muerte de una virgen puede hacerle justicia.




( 2 ) A G A M E M N Ó N

Sacrificio de pactos familiares, despedidas,
barcos que se cruzan, geometría
de humo de hogar, primer refugio
de la vejez, que hace temblar las ingles, las rodillas.

Agamemnón lo siente cuando ve partir a Ifigenia.
Con ella parten los motivos del deseo,
parte la aventura, y para siempre parten
los religiosos perfumes del incesto secreto.

Destino de soldado en retirada, ver que la batalla
se libró sobre el cuerpo de una niña violada, que la guerra
al fin la gana ausente, un monarca salvaje.

El viento oscurece la ensenada, y como el viejo,
silba y cecea en su lengua oceánica, trayendo
una nueva soledad, un nuevo infierno.




( 3 ) C L I T E M N E S T R A

Mil generaciones aun serán responsables
por la primera mentira de la mano entre las piernas,
por la moral de Clitemnestra, la madre puritana
de los teatros, de la histeria, de las falsas respuestas.

Ningún niño sabe cuando es engendrado, ní el tropel
de imágenes que lo esperan para formar su mente.
Guerreros metálicos y ninfas de durazno, olores
de correajes sudados y mantas de cuero de cabra.

Triángulos rotos por estructuras más complejas.
Ifigenia ardiendo en la hoguera del bosque,
y en la puerta del palacio, Clitemnestra sonriente

sabedora de pornografías ancestrales, de sensualidades
que solo por legado de madre se aprenden, y nos tomaron
los mejores treinta siglos de sueños y aun nos habitan.


JH enero 2006

LA VIRGEN JUDÍA

El padre del sacerdote
un día me confió el secreto.
La Virgen del Valle es judía
lo saben incluso los legos.
Esa cara tan oscura
es rasgo de semitismo
no la crearon los diaguitas
ni es de hollín su rasgo fino.
Capaz viene de Etiopía
desde donde la han traído
unos curas transhumantes
que en la gruta la enterraron
para placer de arzobispos
y aborígenes vasallos.
En Catamarca la adoran
y la llenan de promesas
encerrada en su vitrina
llena de marcas de dedos,
de adornos y de mil mensajes.
Virgen desproporcionada
rostro de brasa apagada
cuerpo enorme y triangular
rígida infelicidad.
Ni rastros de la ingenuidad
De su hermana de Luján.

Virgen del Valle que me estás escuchando
ícono de colores, de madera y de paño
Te acusan de judía, por seducción, por engaño,
puede ser un cumplido, pero no peca de casto.
En mi libro no hay vírgenes, ni por un instante las hubo,
Hay algunos profetas, algun patriarca barbudo,
Nuestras madres son vírgenes que determinan la vida,
Pero nadie las endiosa, su altar es la cocina.
Allá hacen sus milagros, ahí las oraciones riman.

Ser virgen cristiana representa el trabajo
De caminar en andas en el centro del canto.
Beatas y ancianos agachados de fé
se entrenan forzados en el no comprender.

No quiero que pienses, Virgen del Rostro Asustado,
que hay algo en mi tono que burla lo sagrado,
es más, a tal punto me lo tomo en serio
que asumo mi esfuerzo por captar tu misterio.

Jorgos – 29 – I -- 2010

T R A I D O R E S

De traidores se habla durante la comida.

Que la traición no se enseña
que ya viene comprendida
que uno nunca la recuerda
pero que jamás la olvida.
Que viaja con poco equipaje
porque no pesa en la mano.
No se chupa ni mastica
ni sangran sus puñaladas.
Desde cuando Julio César
allá en el Foro Romano
por su vicepresidente
a traición fué asesinado
se traslada por las tardes
por los cómodos sillones
de un Senado a otro Senado
que es su sitio predilecto
porque tiene escalinatas
donde se muere inclinado.
La traición es insolente
es texto que se murmura
se guiña, por ahí se cecea
como las señas del naipe
cuando el juego se tantea
con porotos mal contados
que se agregan falsamente
en dudosa recompensa
que en un santiamén se gasta.
Se consume velozmente
como una manzana verde.
La traición gana partidas
pero el traidor siempre pierde.


JH – 23-1-2010

LOS MATAMARIPOSAS

Son grandes y hermosas las mariposas
de Catamarca. De colores opacos.
A veces parecen pequeños murciélagos.
Pero son mariposas. El caleidoscopio
de sus alas lo confirma.
Vuelan inofensivas y persiguen la luz.
Vuelan como mariposas, apaludiendo el aire
Con alas enguantadas de terciopelo.
Una de ellas pasó la noche en mi cuarto.
Los catamarqueños las matan
porque son grandes y les tienen miedo.
Son oscuras como la mala conciencia
de los que nunca labraron
esas hermosas y fértiles tierras
catamarqueñas.


Jorgos el labrador – El Rodeo – 21- I -2010

BALANCE

Mi madre cubrió mi cuerpo de un chocolate espeso.
Que endureció con los años. Hoy tiene serias rajaduras.
Los malos climas arruinan las cosas, decía mamá,
Y ciertamente nada se come tan caliente como se cocina.

Anécdotas por la dudosa honestidad de comerciantes.
Valijas llenas de regalos y moral, sombreros nuevos:
Así volvía mi padre de sus continuos viajes.
Hay que llevar la frente alta como un premio, decía;
Y: “La mierda baja lenta pero baja”.

Mi infancia transcurrió entre nazis y niñeras.
Seducido y golpeado en la escuela primaria
de la Börsengasse, en aquella Viena cobarde,
la más ruin y servil de las ciudades.

La tos convulsa estaba de moda, y Freud, y los masones.
A bordo de un transatlántico jugaban Zweig y Einstein
al ajedrez del exilio. En el mismo tablero en que Colón
jugó sus chances frente a los marranos. El mismo viento
en las melenas blancas. Los mismos chistes negros
sobre inquisidores y conversos.

Mi mapa familiar era el globo entero. Las primas a Bolivia.
A Sidney el cuñado de mi padre. Frenkel quedó
en Londres. Nosotros, como Solís, a la mar Dulce,
muertos de hambre. Josefina en Boston de por vida.
El viejo Karol a Shanghai. El resto, que eran mayoría,
a arañar las paredes de cemento en el infierno.
A Terezín, a Dachau, a Buchenwald,
y el fin de fiesta en Auschwitz.

A poblar Palestina no, decía mamá, somos del Continente.
Antes cualquier isla pacífica y lejana. Salvar la vida hoy,
inadvertidos. Las lustrosas botas negras de los gansos
aun retumban en la esquina que fué mi casa. Ese
delirio demencial que en una sola noche
nos agrió para siempre el vino nuevo.

Acá nos esperaba la sonrisa de Gardel. El hilo inglés,
el rancho. El Corso loco en Belgrano y Entre Ríos.
“Oh Aurora”. La Munich y una Costanera de nostalgias.
Erico, De la Mata. Y el guardapolvo blanco
que tapaba el pantalón de cuero tirolés.
“Decí algo, alemán...”
La rabona en la siesta de las vías de Freire. Colegio Pestalozzi:
“su conducta deja mucho que desear”. Los fines de semana
eran las suaves alfombras de la casa de mis viejos.

En esta hora de recuento paso lista.
A la primera tanda.
No es más que eso.


A fines del 2005 - JH - del álbum de recuerdos

MACHA MUERTE

Justo cuando sentí que era eterno
en verdad la muerte me rondaba.
Una calavera con velo negro transparente
una noche entera me cortejaba.

Sonríe la calavera con aire mejicano.
Jinetes de botas negras se han ido instalando
Apoyados en la barra de la sucia taberna
con cortos vasos de tequila brindaron.

El director de teatro montaba la escena.
Un cierre a medida de un western en inglés.
Ni drama ni comedia solo imágenes sueltas;
el sombrero sobre el cráneo calvo, como debe ser.

Me imagino diciendo unas palabras amables,
una cámara lenta con zoom marca la escena final,
a mi alrededor forma la Legión Extranjera
mientras la trompeta anuncia la oscuridad.


Jorge Hacker – Enero de 2010

ALGUNOS HAIKU DEL COFRE DE MARIO BENEDETTI

bloqueo / alzheimer
hiroshima / otan / sida
no fué un buen siglo

que linda época
aquella en que decíamos
revolución

después de todo
la muerte es solo un síntoma
de que hubo vida

durante el sueño
los amantes son fieles
como animales

nada conforta
como una teta tibia
o mejor dos

no sé mentir
nunca he mentido salvo
cuando he sabido

no quiero verte
por el resto del año
o sea hasta el martes

somos tristeza
por eso la alegría
es una hazaña

eran los brazos
de la Venus de Milo
los que aplaudían

viudo de cine
Margaret Greta Ingrid
se me murieron

desde el espejo
mis ojos no me miran
miran el tiempo



setentaynueve
años / setentaynueve
años / y que

cada mujer
puede ser dos mujeres
déjenme una

sé de un ateo
que en las noches rezaba
pero en francés

cuando me entierren
por favor no se olviden
de mi bolígrafo


EDITADO EN ENERO DE 2010